¿Por qué es importante llevar una vida libre de alcohol?

El consumo de alcohol puede suponer un problema a cualquier edad, pero es especialmente preocupante en edades tempranas como la adolescencia, ya que son más vulnerables a sus efectos. Además de los riesgos asociados a los problemas de salud en edades tempranas, se suman los relacionados con determinadas conductas de riesgo a cualquier edad (por ejemplo, agresiones o peleas, relaciones sexuales sin protección adecuada o conducción bajo los efectos del alcohol).

Para evitarlo se recomienda:

• Fomentar alternativas para los y las menores de edad (frecuentar lugares de ocio y esparcimiento libres de alcohol, actividades lúdicas libres de alcohol...).
• Dedicar un tiempo adecuado en casa para asesorar y hablar de este tema con menores y jóvenes.

Normalizar el alcohol puede incrementar los riesgos asociados a su consumo. Como recomendación, reflexiona sobre los principales síntomas de alarma que podrían indicar problemas de consumo de alcohol:

• Beber de manera rutinaria, aunque sea en pequeñas cantidades.

• Sufrir episodios de embriaguez varias veces al año.

• Subestimar las consecuencias negativas del consumo de alcohol.

• Dejar de realizar otro tipo de actividades saludables en favor de las que conlleven consumo de alcohol.

De esta manera se evitan falsos alarmismos y exageraciones. 

Una manera saludable de evitar consumir alcohol es tener unos hábitos adecuados en la vida diaria: en el trabajo, en el estudio y en el ocio, que permitan una distribución del tiempo donde se pongan en valor las alternativas saludables.

Conocer los problemas que puede generar su consumo ayuda a prevenir los riesgos asociados, como pueden ser:

• Dependencia.

• Muertes y lesiones directas y/o indirectas (accidentes de tráfico, domésticos, laborales...).

• Aumento de la violencia.

• En caso de intoxicación aguda, se puede producir una situación transitoria de desprotección que puede conllevar una mayor vulnerabilidad (atracos, abusos sexuales...)

• Trastornos mentales y comportamentales.

• Dificultades para la concepción.

• Riesgos graves durante el embarazo y la lactancia materna.

• Posible aumento de la incidencia de ciertos tipos de cáncer y otras enfermedades no transmisibles.

Normalizamos lo que vemos de manera habitual.

En numerosas ocasiones los contenidos de medios de comunicación o redes sociales no tienen limitación de edad o perfil, por lo que es necesario que sean seleccionados y filtrados de manera adecuada con objeto de evitar el acceso a mensajes que inciten o normalicen el consumo de alcohol.

Cuanto más accesible se encuentre el alcohol, más fácil es su consumo. Por ese motivo, no disponer de alcohol en casa es una buena medida para evitar la tentación de beber, además de suponer un buen ejemplo para menores. Si se tiene alcohol es conveniente controlar las cantidades para evitar consumos no deseados.

Aunque lo ideal es no consumir alcohol, en caso de que se haga, se recomienda adoptar las siguientes pautas:

• Reducir las medidas o cantidades. Sustituir el recipiente en el que se suele beber por otro más pequeño, ayudará a reducir la cantidad de alcohol ingerida.

• Beber despacio y con tranquilidad (a pequeños sorbos). Nunca para calmar la sed.

• Si bebes alcohol, mejor con el estómago lleno.

• Evitar comer alimentos salados mientras se bebe alcohol, ya que aumenta la sed.

• No mezclar diferentes tipos de bebidas alcohólicas; alternarlas con agua.

• Soltar el vaso mientras no se está bebiendo. Si se mantiene en la mano se beberá con más frecuencia.

• Nunca mezclar alcohol con otras drogas o medicamentos, ya que se pueden intensificar los riesgos.

• Establecer unos días de la semana libres de alcohol.

• Ser consciente de lo que se bebe, fijar un límite de consumo.

• No se tiene que consumir alcohol porque otros miembros del grupo lo hagan.

• Nunca conducir después de haber bebido alcohol.

Al reducir o eliminar la cantidad de alcohol ingerida se empezarán a notar ciertos beneficios como, dormir mejor, tener más energía, e incluso ahorrar dinero. Esto puede motivarte a mantener un consumo nulo o bajo de alcohol.

El consumo de alcohol debe tener, como contrapartida, iniciativas y soluciones locales para evitarlo. Frecuentemente, el sector de las bebidas alcohólicas usa técnicas publicitarias y de promoción cada vez más sofisticadas; por ejemplo, vinculando marcas de alcohol a actividades deportivas y culturales, o el patrocinio de podcast, medios sociales, etc. Para intentar contrarrestar su impacto se puede:

• Visibilizar los daños que provoca el alcohol y promover respuestas saludables disponibles en tu comunidad.

• Velar por el cumplimiento de la normativa sobre la venta de alcohol a menores.

• Prestar atención y apoyo a las personas afectadas de tu entorno.